SAPITO ROJO, SAPITO BLANCO, SAPITO AZUL.........

 EL JUEGO DE CONTAR "SAPITOS"

Es la posición oficial de Volkswagen que nadie debe dar o recibir un puñetazo (o incluso un toque por eso) solo por ver un Volkswagen Escarabajo, Volkswagen no aprueba ninguna forma de violencia, especialmente sobre un ícono de la era de la paz y el amor como el Beetle.

ícono de la era de la paz y el amor
Dicho esto, es bien sabido que generaciones de niños de todo el mundo  aburridos en la carretera han inventado y transmitido un juego que involucra al volkswagen "sapito". 

Niños aburridos 

Pero también hay un debate persistente que nunca se resolvió: ¿cómo llamas al juego: "slug bug" o "punch buggy"? Resulta que la respuesta puede decirnos más sobre el lugar donde creciste que cualquier otra cosa.
"sapito rojo"

 Donde surgió el juego

 Es posible que nunca se sepa de dónde surgió  esta pizca   de infancia. El Volkswagen  escarabajo llegó por  primera 
 vez a los Estados Unidos en 1949, pero recién a mediados 
 de 50 el "sapito" fue más común.


infinidad de colores
A pesar de una extensa investigación, no pudimos encontrar a alguien que dijera que fue el primero en jugar el juego. Pero descubrimos la que podría ser la primera referencia publicada de la edición del 6 de mayo de 1964 en Arizona Republic, donde un columnista escribió una pregunta y una respuesta con su hija, quien le dice "Creo que los 'slug busgs' son lindos", haciendo referencia a los "sapitos".
Hay cierta etimología que respalda a la frase "slug bug" como primer nombre de la competencia: los escritores de deportes habían usado "slug bugs" como sobrenombre para los fanáticos del boxeo desde la década de 1920 Transcurrirían 14 años más hasta que en 1978 se imprimiera la primera referencia publicada de "punch buggy" en Florida.

HISTORIA DEL AUTO DEL PUEBLO

Si existe un auto que nunca jamás pasará de moda ese es el Volkswagen Escarabajo, el famoso Vocho. En este reportaje de repasemos parte de su historia.Corría aquel lejano 1933, Adolf Hitler, lejos de convertirse en aquel despiadado personaje político, era por entonces el canciller de Alemania, un país devastado por los estragos de la Primera Guerra Mundial. Eran épocas en las que este país europeo necesitaba industrializarse para salir de una profunda crisis y qué mejor manera que desarrollar una fuerza automotriz.

Hitler entonces, encargó a Ferdinand Porsche la fabricación de un auto económico para que sea comprado por el proletariado alemán.   Su diseño a dos puertas no fue casual. Fue hecho para que viajasen los dos padres en la parte delantera y tres niños atrás. Fue pensado en la familia. Se creó entonces un auto resistente y de bajo consumo de combustible. De hecho, de allí nace el nombre: 
Volkswagen significa el auto del pueblo.

La particularidad de este carro es que no necesitaba agua para la refrigeración del motor, tan solo lo hacía con aire. Otra particularidad fue la ubicación del motor, cobijado en la parte posterior del vehículo. Esto tampoco fue casualidad, Ferdinand lo concibió así con la idea de generar mayor potencia en las llantas traseras y así evitar que el auto se atollara en los accidentados caminos de la época.  

Ni el tiempo, ni el paso a la modernidad, ni mucho menos los bombardeos durante la Segunda Guerra Mundial a la planta de la ciudad de Wolfsburgo han podido desterrarlo de la historia. Este simpático carro de aspecto inofensivo nació para trascender en el paso del tiempo.  



En nuestro país existe el Volkswagen Club del Perú, una comunidad con miles de fanáticos que conservan este modelo con fabricaciones de año distintas. Los hay desde aquellos concebidos en la década de 1950 hasta los hechos ya entrado el nuevo milenio, época en la que dejó de fabricarse.




 https://www.facebook.com/ClubCavePeru/



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